jueves, 13 de diciembre de 2018

PRIMAVERA ÁRABE




Un joven de 26 años llamado Tarek Taïeb Mohamed Bouazizi , se inmoló en un gesto desesperado ante el Ayuntamiento de su pueblo. Tenía un diploma universitario en Informática, pero estaba en paro, como el 14% de la población tunecina y la mitad de los jóvenes de los países árabes, según un estudio del Programa de Desarrollo deNaciones Unidas y la Liga Árabe. Su puesto ambulante era la única fuente de ingresos con la que podía ayudar a subsistir a su familia. La rabia, la ira y la frustración de verlo desaparecer ante sus ojos le empujó a un martirio público con un resultado sin precedentes en Túnez.
Pocas veces en la historia el sacrificio de un joven pobre y desconocido ha terminado con un Gobierno y un líder autócrata instalado en el poder durante más de dos décadas. La historia de Bouazizi, atormentado por la imposibilidad de encontrar un trabajo mientras el precio de los alimentos continúa al alza, no es un hecho aislado. El 40% de la población de los países árabes, es decir, más de 140 millones de personas, está por debajo del índice de la pobreza. Y lo que es peor, el dato no ha mejorado en los últimos 20 años.
Mohamed Bouazizi


Esas protestas condujeron a la salida de Túnez del presidente Ben Ali, que llevaba en el poder desde 1987, el 14 de enero de 2011. Además, Ben Ali y su familia intentaron primero ir a París, pero les fue negado el asilo por el gobierno francés; eventualmente fueron admitidos en Arabia Saudí, y comenzó la transición en Túnez.

Ben Ali


La Primavera Árabe es el nombre con el que mediáticamente se ha identificado la serie de manifestaciones de carácter popular y político que se sucedieron en la región árabe principalmente desde inicios del 2011 y que condujeron a la caída de las dictaduras de Ben Ali en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto, el reforzamiento de la violencia en Yemen y la guerra civil en Libia. Algunos analistas internacionales han encontrado puntos de similitud entre la Primavera Árabe y las manifestaciones anticrisis en Europa, Asia y Estados Unidos.


Los analistas más neutrales atribuyen el inicio de las manifestaciones a las consecuencias de la crisis económica y el impacto de esta en una región que prácticamente ha depositado sus confianzas económicas en el petróleo y por ende unido a las economías estadounidense y europeas. Otros especialistas más alineados con el movimiento califican a la "Primavera" como producto de la madurez de una sociedad harta de la poco repartición de las riquezas nacionales y deseosa de mayor participación en las decisiones políticas.


Como muchos de los principales productores mundiales de petróleo son los países en el Oriente Medio, los disturbios causan un aumento en los precios del petróleo. El Fondo Monetario Internacional en consecuencia revisó su pronóstico para el 2011 el cual reflejaba un precio más alto, y también informó que los precios de los alimentos también podrían aumentar.
Otro de los impactos de los sucesos en el mundo árabe es que estas serian el detonante para el inicio de masivos movimientos anticapitalismo, conocidos como movimientos de indignados, cuyos principales representantes estarían en España con el Movimiento Democracia Real Ya y sus focos en varios puntos de Europa o en Estados Unidos con el Movimiento Occupy Wall Street.





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